Agujas de oro
La historia de Tijarafe es la historia de personas humildes, del esfuerzo y el valor de las cosas pequeñas, livianas. En ese contexto, el pinillo, como se conoce popularmente en La Palma a las agujas de pino o pinocha, se convirtió en verdaderas agujas de oro.
Las laderas de Tijarafe se llenaban de “fejes” pinillo que superaban los cien kilos descendiendo lentamente a lomos de agricultores y agricultoras. Pacas que más bien parecían auténticos lingotes, habida cuenta del valor que llegaban a tener para una familia tijarafera – hasta 60 céntimos de peseta – ya que el pinillo se vendía para las distintas actividades del campo y, más recientemente, para los empaquetados de plátanos.
Descripción
Sendero horizontal y algo sinuoso en medianías. Muestra numerosos ejemplos de arquitectura tradicional e indiana adaptadas al medio rural. Se adentra poco a poco en el medio natural, entre barrancos. Al final, cruza la inmensidad del Barranco Garome. Desde el Mirador se disfruta una espléndida visión de la impresionante cuenca inferior del Barranco Garome. Una magnífica frontera natural entre los municipios de Tijarafe y Puntagorda. La vista reconforta al caminante y le invita a contemplar uno de los atardeceres más bellos de la isla.
Conexión con otros senderos
Desde Tierras Viejas también comienza el sendero Número 7 hacia el Próis de Candelaria.
La Ermita de Tinizara, que será un punto importante del sendero, es también el comienzo del Sendero Número 9.
El sendero
0h00’00” 655 m.s.n.m. Las Tierras Viejas. Este camino parte del lugar conocido como las Tierras Viejas, pocos metros más arriba del Centro de Enseñanza Obligatoria del municipio de Tijarafe. Transcurre en sus primeros 180 metros por la carretera de asfalto que conduce a la zona de Miranda.
0h0’00”645 m.s.n.m. En una curva de izquierda se deja la pista de asfalto y seguimos de frente por un camino empedrado muy ancho (señalado como GR-130 – Puntagorda), por el que pasa algún coche para entrar a una casa tradicional rehabilitada.
0h02’30” 635 m.s.n.m. La Cuesta Nueva. Cincuenta metros más adelante hay un cruce en el que nuestro camino vira a la izquierda y baja por la conocida como la Cuesta Nueva, un bonito camino empedrado que desciende entre tuneras y huertas de almendreros, con vistas al Barranco del Aserradero.
0h03’00” 625 m.s.n.m. Topo Capote. Se llega al Topo Capote, donde el camino vuelve a unirse con la carretera de asfalto que va a Miranda. La seguimos a la derecha.
0h 04’00” 605 m.s.n.m. La Cuesta de Antonio Gómez. Desde la carretera hacia el cauce del Barranco del Aserradero, nuestro camino gira a la derecha por la Cuesta de Antonio Gómez o Cuesta del Aserradero.
0h 06’30” 645 m.s.n.m. Lomo del Aserradero. Llegamos a lo alto del Lomo del Aserradero, donde el sendero es cortado por otra carretera que cruzaremos para continuar el camino que serpentea entre huertas de viejas paredes, en un falso llano, hasta pasar frente a la Casa de Pedro Pérez, antigua venta y panadería.
0h11’30” 665 m.s.n.m. Barranco de la Cueva Grande o Barranco de Pedro Pérez. La Casa de Pedro Pérez se divisa a la derecha del camino al entrar en la margen izquierda del Barranco de la Cueva Grande, a escasos 100 metros del mismo cauce. Como su nombre indica, en este lugar hubo una cueva que se encuentra al llegar al fondo del barranco, a la derecha, y que se cayó hace muchos años. La Casa de Pedro Pérez constituye un magnífico ejemplo de arquitectura indiana (según modelos americanos), adaptada en este caso al medio rural.
0h14’00” 680 m.s.n.m. Lomo de la Castellana. EI camino sube la Cuesta de la Cueva Grande hasta llegar al alto del lomo, donde coincide con la carretera asfaltada, trazada aprovechando el mismo camino real. Bajamos por la carretera y a escasos 100 metros pasamos frente a la Cruz de Aguatavar (pequeña cruz de madera apostada en lo alto de una pared situada a la derecha, tras pasar una casa antigua). En este tramo de camino podremos disfrutar de magníficos ejemplos de rehabilitación de casas tradicionales, la mayor parte de ellas dedicadas al turismo rural.
0h16’00” 685 m.s.n.m. La Cuesta del Pinillo. Llegamos por la carretera a una curva de izquierda. Al frente sigue el camino por una pista de tierra que sube la Cuesta del Pinillo.
0h19’00” 710 m.s.n.m. La Cruz del Pinillo. La cuesta termina delante de un nicho u hornacina que alberga la Cruz del Pinillo. La actual hornacina se debe a la remodelación hecha por una mujer en cumplimiento de una promesa hecha a la cruz. Dejamos la Cruz del Pinillo y seguidamente pasamos la Hoya del Pinillo hasta llegar a la altura de una casa, ya en el Lomo Suárez. Seguimos de frente dejando la casa a la izquierda. Justo al pasarla, inmediatamente a la izquierda, bajo la pista, tenemos una era empedrada con lajas de basalto.
El pinillo, la hoja seca del pino, era uno de los recursos que la antigua economía
rural obtenía del monte para las distintas actividades del campo y, más
recientemente, para los empaquetados de plátanos. Para las familias campesinas
suponía una fuente de ingresos monetarios pues se llegó a pagar a 60 céntimos de
peseta (3 céntimos de euro) en la década de los 60. El pinillo se bajaba a cuestas
en “fejes” (pacas) de más de cien kilos, por lo que cada viaje podía llegar a dar
alrededor de las setenta pesetas (menos de 50 céntimos de euro), una pequeña
fortuna en la época.
0h20’30” 700 m.s.n.m. El Barranco de Servando. Cuando el camino se dispone a enfilar el Barranco de Servando, sale a nuestra derecha el Camino de la Castellana, por el que antiguamente se subía a la cumbre. Sigue nuestro camino por la pista de cemento que baja al barranco, pero antes de llegar al cauce vira a la izquierda, mientras que la pista sigue de frente para servir de acceso a una casa construida aprovechando una cueva de grandes dimensiones conocida como Cueva de Servando, en la que ya desde antaño vivieron algunos vecinos del lugar.
0h23’00” 680 m.s.n.m. El Lomo de Juan Afonso. Siguiendo el camino a la izquierda, nos conduce al fondo del barranco pasando por la intersección de dos cauces, desde donde el camino llanea largo tramo, ya en el Lomo de Juan Afonso. Pasamos al pie de cuatro casas tradicionales de bella factura. Pasada la primera de estas casas, a la derecha, sube el Camino de Juan Afonso.
0h27’30” 670 m.s.n.m. El Rellano de la Martina. Tras pasar junto a una casa tradicional situada a la izquierda junto a un pino, entramos en el Rellano de La Martina, que discurre por una pequeña hoya hasta llegar a La Fayita o El Tabladito, donde se encuentra otro magnífico ejemplo de arquitectura indiana rural: la Casa del Barco, en la que se encontraba el colegio de niñas. Junto a esta singular casa, hoy en día afortunadamente restaurada, hay una fuente y una pequeña cruz. Pocos metros más adelante está la Casa la Negrita donde estaba el colegio de niños. Unos 500 metros hacia adelante,sin interrupción alguna desde el anterior desvío, el camino se funde nuevamente con la carretera.
0h29’00” 675 m.s.n.m. La Higuera Baselo. Tras llegar a la carretera asfaltada y andar por ella unos 300 metros, nos desviamos a la izquierda por una pista (donde llaman la Higuera Baselo) que nos lleva a unas casas, en el lugar conocido como La Cebolla.
0h31’00” 685 m.s.n.m. La Vecina. Pasada la primera casa, la pista baja a la izquierda y nuestro camino sigue de frente llaneando 130 metros, por una zona conocida como La Vecina, al pie de una bella casa tradicional de dos pisos situada a la derecha.
0h32’30” 680 m.s.n.m. El Camellón. El camino, al llegar a El Camellón, se ve nuevamente interrumpido durante unos 300 metros por una pista, en un primer momento de tierra y luego de asfalto. Al llegar a una curva de izquierda en el cauce del Barranco de las Breveras, el camino continúa a la izquierda.
0h34’30” 680 m.s.n.m. La Cuesta de las Barqueras. El camino baja unos 50 metros hasta la Cuesta de las Barqueras donde se le une a mano izquierda el Camino de las Barqueras (antiguo camino transitado principalmente por las mujeres que vendían el pescado por las casas y que unía el barrio de Aguatavar con el Proís de Candelaria). Dejamos atrás este cruce y subimos la Cuesta de la Zarza ya en el Lomo de las Breveras.
0h36’00” 675 m.s.n.m. La Cuesta de Los Espinos. Salimos de la Cuesta de la Zarza a una carretera de asfalto durante 100 metros y cuando ésta hace una curva a la izquierda nuestro camino asciende dando vueltas hasta el paraje conocido como Los Espinos.
0h38’00” 690 m.s.n.m. La Cruz de los Espinos. Ya en lo alto volvemos a empatar con la misma carretera y a la derecha, unos metros más arriba, podemos ver una bella casa tradicional, a cuyos pies está la Cruz de los Espinos, en cuyo honor se celebraba una fiesta de cruces en la misma calzada del camino real. Frente a la casa sigue la carretera por donde continúa nuestro camino.
0h42’00” 720 m.s.n.m. La Tahona. Se deja atrás la Cruz de los Espinos y dentro ya de La Tahona, a lo largo de 400 metros se alterna la carretera con pequeños trozos de camino. Cuando la carretera, haciendo una curva de izquierda, entra en una hoya, a la derecha se separa nuestro camino que sube por la lomada. Si nos giramos, en lo alto de una lomada, observamos a nuestra espalda la última estampa de el pueblo hasta El Time. Tras ese punto, el camino transcurre por un falso llano siempre por arriba de la carretera, aún en La Tahona.
0h47’00” 745 m.s.n.m. Barranco del Barbusano. Al pasar una casa a nuestra derecha, el camino atraviesa la carretera y frente a nosotros aparecen unos escalones por donde sube el camino que se acerca a la verada del Barranco del Barbusano, Barranco de la Baranda o Barranco de Pedro Luis, nombres por el que se le conoce a este imponente barranco en ese tramo. Dicho barranco separa los barrios de Aguatavar y de Tinizara. Más abajo, hasta el mar, se denomina Barranco de las Viñas; y por arriba de la Carretera General, Barranco del Caboco. Al llegar el camino a la verada del barranco se observa el magnífico espectáculo de sus pronunciadas laderas que lo conducen hasta el mar, llenas de múltiples cuevas aún usadas como corrales para las cabras.
0h49’30” 780 m.s.n.m. Mirador de la Baranda. Llegamos al Mirador de la Baranda, situado frente al Pino de la Baranda. Ambos llevan el nombre de la antigua baranda de madera de tea que, a modo de balcón, se abría sobre el abismo del barranco y servía de soporte al camino. Todavía hoy se conservan algunos travesaños con huecos rectangulares donde iban unidos los palos que hacían de baranda sobresaliendo por debajo del camino. En este punto, el camino baja en vueltas hasta el cauce del barranco y, tras pasar un pequeño rellano, se endurece subiendo la inclinada ladera.
0h54’30” 780 m.s.n.m. La Ermita y la Cuesta de Pedro Luis. Al final de las vueltas, llegados a lo alto de la loma, nos encontramos ya en el barrio de Tinizara, en el lugar denominado La Ermita, llamado así en recuerdo de una antigua ermita que había en ese lugar y que se quemó hace ya muchos años. Coincidiendo con este punto veremos una palmera, tras la que se abre en el lado izquierdo la vereda conocida como Camino de la Atalaya. Ese mismo punto marca el comienzo de La Cuesta de Pedro Luis, que con fuerte pendiente sube recta hacia El Cascajo. Esta cuesta lleva el nombre de su artífice, Pedro Luis, que era dueño del terreno por el que transcurre la calzada.
0h55’00” 790 m.s.n.m. La Fuente del Viejo. Seguimos subiendo por la cuesta y, 50 metros más arriba, parte una desviación a la derecha, que tras avanzar en llano por la ladera del Barranco del Barbusano, desemboca ante la principal fuente natural de todo el recorrido: La Fuente del Viejo.
Este manantial fue acondicionado hace varios años con piedras, tierra y cemento. Al lugar acudían los vecinos de la zona para abastecerse de agua. Hoy día, esta fuente
es una de las pocas que se mantiene con agua durante todo el año.
0h59’30” 840 m.s.n.m. El Cascajo. Termina la Cuesta de Pedro Luis que tras subir unos escalones llega al alto, en el lugar que llaman El Cascajo. En este punto el camino se ve cortado por la carretera que baja hasta la costa de Tinizara. Cruzamos la carretera y seguimos el camino hacia el norte unos 100 metros, hasta fundirse definitivamente con la carretera.
1h01’00” 860 m.s.n.m. Cuatro Caminos. Tras avanzar 250 metros la carretera atraviesa un antiguo cruce de caminos: el vertical, que iba de mar a cumbre y forma parte de la Red Insular de Senderos (PR-PL 12.1); y el horizontal, que era el camino real que continuaba hacia Puntagorda.
1h02’30” 870 m.s.n.m. Cruz de Tinizara. Unos 150 metros más adelante divisamos la Cruz de Tinizara, tristemente famosa por la muerte cruenta de Manuel Barreto Hernández el 3 de mayo de 1933, en una fiesta de cruces.
Este episodio marcó la memoria colectiva de los tijaraferos hasta el punto que uno
de sus versadores más señeros, Abraham Rocha, dejó para la posteridad noticia de
este hecho en sus décimas:
El día tres por la mañana,
de mayo para no olvidarse,
ocurrió sin esperarse
un espeluznante drama.
En el barrio de Tinizara,
donde ocurrió este funesto
donde sin salvo un necio,
que se oye llamar Regino,
mató vilmente de un tiro
al joven Manuel Barreto.
A las tres sería la hora
que a un extremo del salón
se oyó la detonación
de una bala de pistola.
El hermano sin demora
un doctor corrió a buscar
pero sin más tiempo dar
por su agujerado pecho
vino a presenciar el hecho
el juzgado municipal.
Cuando el pobre se encontró
con su pecho perforado
dos o tres gritos ha dado
y al camino corrió.
Una bala le impactó
derecho a su corazón,
lo trasladaron sin cajón
en palos atado con sogas
quién sabe de eso y no llora
no tiene hijo ni amor.
1h05’00” 885 m.s.n.m. La Ermita de Tinizara. A unos 180 metros de la Cruz de Tinizara, subiendo por la carretera, se halla la ermita de Tinizara, terminada en el año 1954.
1h06’00” 900 m.s.n.m. La Carretera General. Carretera arriba llegamos al Lomo La Era y la Carretera General, la cual cruzamos para empatar al otro lado con la antigua calzada. Esta transcurre entre casas y huertas hasta El Barrerito, en paralelo a la Carretera General por su lado superior.
1h08’30” 925 m.s.n.m. El Barrerito. El camino llega a la Pista de los Riveroles tras pasar al pie de una casa. En este punto, abandonamos el camino real y bajamos a la izquierda por la carretera asfaltada, pasando por el Barranco de Garome Chico en dirección al Mirador de Garome.
1h11’00” 910 m.s.n.m. Mirador de Garome y Barranco de Garome. Cruzamos la Carretera General para llegar al final de nuestra ruta en El Mirador de Garome. Unos centenares de metros más abajo del mirador se halla uno de los reductos más bellos de barbusanos de la isla.
En las oquedades más sombrías de las escarpadas laderas del barranco crecen
unos cuantos ejemplares de este árbol, que en unas ocasiones encontramos
asociado a la laurisilva y en otras dentro de una vegetación termófila más seca. Sus
carnosos frutos son un importante reclamo para muchas aves entre las que destaca
la paloma rabiche.
La espléndida visión de la impresionante cuenca inferior del Barranco de Garome, magnífica frontera natural entre los municipios de Tijarafe y Puntagorda, reconforta al caminante y le invita a contemplar, a modo de premio, uno de los atardeceres más bellos de la isla.