Esta pequeña edificación religiosa, situada en los márgenes del Barranco del Jurado, fue construida en la segunda mitad del siglo XVI y declarada Bien de Interés Cultural en 1994. La sobriedad es una de sus características más señaladas, ya que su única nave rectangular carece de ventanas y por tanto de iluminación natural. La minúscula espadaña, que sustenta una campana de similares proporciones, es el único elemento decorativo de su fachada. Tan querida es por sus vecinos que da nombre al barrio que la rodea.