Este coqueto rincón, construido sobre el antiguo cementerio, es uno de los más recientes desarrollos del casco urbano de Tijarafe. Anexo al Ayuntamiento, es a la vez céntrico y privado, puesto que su disposición en un nivel inferior lo protege del tráfico de la calle anexa. Sus siempre cuidados jardines lo convierten en un espacio adecuado para la meditación, la lectura y los juegos infantiles. Desde el punto de vista artístico el protagonismo se lo lleva la escultura de homenaje al Salto del Pastor. Su autor es el escultor cántabro Pereda de Castro, que vivió en las islas durante años. Quienes no hayan tenido la oportunidad de disfrutar en vivo de esta asombrosa técnica, propia de los pastores de cumbre, encontrarán en la figura una muy acertada representación de su dinamismo.